CARRERAS POPULARES SEGURAS Y SOSTENIBLES

Si entendemos como sostenibilidad la capacidad de resistir, aguantar, permanecer y mantenerse activo en el tiempo y lo relacionamos con el boom actual de la carrera pedestre y las carreras populares, a muchos nos preocupa que podamos “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.
Lo cierto es que en los últimos años vivimos, afortunadamente, una creciente afición por la carrera a pie y la participación en pruebas populares. Son cada vez más numerosas las pruebas organizadas y también el incremento del número de participantes que las convierten en espectaculares y coloristas.
Sin embargo, sería lamentable que se tratase de una burbuja que, por crecer desmesurada y desordenadamente llegase, como en situaciones comparables, a explotar con los consiguientes perjuicios y daños colaterales.
Por otra parte, no cabe duda, que debemos considerar al atletismo popular como una parte muy importante del ATLETISMO. A pesar de los puristas, el movimiento running es tan importante que puede y debe ser considerado como sustentador de uno de los pilares del atletismo moderno: el atletismo popular.
Las federaciones no pueden permanecer al margen ni obviarlo. Pero no se puede intentar atraer este movimiento y manifestaciones al ámbito federativo forzando situaciones, promulgando normas de obligado cumplimiento o intentando hacer pasar por el aro, con insustanciales carnets o fichas de día, al libre corredor popular y a los altruistas organizadores, muchos de ellos también corredores. Otra cosa hubiera sido si a la hora de ofrecer y aún de exigir, al corredor popular, el carnet de corredor, plus, licencia de día…, si se hubiese proporcionado la posibilidad de reconocimiento médico, mutualidad o seguro médico deportivo, asesoramiento técnico, contraprestaciones concretas y reales que le fuesen de utilidad en su práctica atlética y organizativa.
Como es de su competencia, las federaciones, entre otras obligaciones, deben estimular, amparar y favorecer el desarrollo de la práctica atlética. En el ámbito popular desde dos frentes: el del corredor y el del organizador.
En cuanto al corredor, como se ha apuntado, proporcionando la debida cobertura de seguridad, médica, de asesoramiento y seguimiento técnico?… independientemente de las posibilidades de facilidades y descuentos en fisioterapia, material, viajes u otras ventajas que pudiera proporcionar la tramitación de una licencia o carnet especial para corredor popular. Eso sí, nunca de manera impositiva, recaudatoria y quedando claro para el corredor, que voluntariamente lo acepte, las ventajas que supone.
En cuanto al organizador y organizaciones, la Ley del Deporte de Castilla y León, sitúa en el ámbito federativo la celebración de competiciones de atletismo, con cuota de inscripción en numerosas ocasiones, clasificaciones y premios incluso a veces en metálico.
Si por una parte, como apreciamos, es positivo el aumento de practicantes del llamado deporte popular, también nos preocupan las competiciones que se organizan y celebran al margen de la legalidad federativa, en las que surgen fundadas dudas sobre si están contratados todos los seguros que son precisos, de acuerdo a la legalidad vigente, ya que, como ejemplo, los atletas federados, que sí cuentan con seguros de accidente deportivo y de responsabilidad civil individual, no lo tienen cubierto en estas carreras que se efectúan al margen de la Federación. Otros aspectos que ofrecen dudas vienen relacionados con el cumplimiento de los requisitos exigidos en materia de circulación vial y de asistencia médica.
Esta preocupación, inconvenientes y riesgos que pueden conllevar las actividades programadas, utilizando espacio público, sin contar con el marco federativo, es compartida con muchas Instituciones, Diputaciones y Ayuntamientos que exigen a las actividades atléticas subvencionadas estar dentro de los calendarios federativos.
A estos efectos, las actividades que se realicen al amparo de la Federación de Atletismo, autorizadas oficialmente e incluidas en el calendario de competición, contarán con su respaldo y con la ayuda precisa en lo que se refiere a los siguientes aspectos:
– Asesoramiento y ayuda en tareas de organización: Gestión de permisos, seguros, asistencia sanitaria, elaboración del reglamento de competición y cobertura de seguro de responsabilidad civil para el organizador.
– Revisión y validación del circuito. Control y cronometraje por parte del comité de jueces de atletismo. Las clasificaciones se revisan y corrigen en los casos de frecuente fallos y/o errores de los sistemas de chips, cambios de dorsales, descalificaciones… Los tiempos y clasificaciones tendrán validez oficial.
– El Jurado de Competición nombrado por el Comité de Jueces actúa como notario y garante de que la prueba y durante su desarrollo cumpla la legalidad vigente. Con imparcialidad, se admiten, atienden y resuelven en tiempo y forma la posibles reclamaciones. Se aplica el reglamento de la competición y para todo lo no contemplado en él la normativa vigente de la IAAF, RFEA y FACYL.
Con todo, se pretende dotar a las carreras populares del debido y adecuado rigor organizativo que garantice la participación de cuantos en ellas se inscriban, acepten sus reglamentos y opten a clasificaciones y premios, exigiendo el escrupuloso cumplimiento de la normativa vigente, con las coberturas necesarias que garanticen la seguridad de los atletas y con el adecuado control de las mismas por parte de los organismos federativos competentes.
El objetivo será conseguir que el atletismo popular que tiene su máxima expresión en las carreras populares, se construya y desarrolle con arreglo a unos esquemas sólidos que lo mantengan fuerte y seguro, con garantías de futuro. Sostenible.