DESPEDIDA CON UN PAR DE SONRISAS

La penúltima jornada del atletismo en los Juegos Olímpicos, a la espera de la maratón femenina este domingo, nos dejó las dos últimas actuaciones de atletas de Castilla y León. Ibrahmin Chakir fue el mejor español en la maratón masculina y Agueda Marqués volvió a mejorar su marca personal, después de cuatro días intensos de competición.

Ibrahim Chakir

En la cita de la maratón España presentaba tres nombres: El plusmarquista nacional Tariku Novales (2:05:48), Yago Rojo (2:07:47) y el campeón de España este año Ibrahim Chakir (2:07:48). La fiesta no era fácil, ya que a los 42 kilómetros de dificultad se unía el calificado por muchos como el circuito más duro en unos Juegos. Un “muro” a la altura del kilómetro 30, con un desnivel del 12%, ponía a prueba la fortaleza física y mental de los corredores. Y en ese escenario el soriano Ibrahim Chakir fue el mejor de los nuestros, llegando a la meta situada junto a los Inválidos en el puesto 34, con un crono 2:11.44. Hablamos del segundo mejor tiempo en la historia del maratón olímpico español, por detrás de las 2:10.16 de Ayad Lamdaseem en Tokio, para el discípulo de Enrique Pascual.

En declaraciones en línea de meta, el representante de Castilla y León se mostraba feliz por haber vivido la experiencia de unos Juegos Olímpicos, para después romperse al recordar un percance físico que le había tenido en jaque en las últimas semanas antes de una cita tan importante.

Por la tarde, otra alegría de Agueda Marqués

Águeda Marqués

Y si por la mañana Chakir disfrutaba de cada metro de la maratón, por la tarde Águeda Marqués lo daba todo en la final de los 1.500 metros. “Me duelen hasta las pestañas”, decía con su habitual naturalidad una vez había cruzado la línea de meta, y una vez que había vuelto a bajar su mejor marca personal. La segoviana, que es la única española que ha disputado hasta cuatro carrera en cinco días, estuvo a punto de bajar la cifra mágica de los 4 minutos, y se quedó con un fantástico crono de 4:00.31, que se tradujo en la úndécima posición de una final vertiginosa y que se corrió en las primeras vueltas en tiempos inferiores a un 800 de talla mundial.

Águeda vio de esta forma como se hacía realidad ese sueño que arrancó en la primera cita del martes y que se prolongó hasta este sábado. “Quiero dar las gracias a todo el mundo que me ha seguido estos días y espero haber respondido a sus expectativas”, afirmaba a TVE.